miércoles, 23 de julio de 2025

Vivir con dolor crónico: mi historia con endometriosis y dolor lumbar


Mujer de espaldas tocando su zona lumbar con dolor, iluminada por luz cálida, representando el dolor crónico en mujeres con endometriosis y problemas lumbares.

¿Cómo es vivir con dolor crónico?

Vivir con dolor crónico es difícil de explicar. Es despertarte y sentir que tu cuerpo duele antes de siquiera abrir los ojos. Es levantarte con esfuerzo, fingir normalidad cuando no puedes más, y sonreír mientras escondes las lágrimas. Para quienes sufrimos condiciones como endometriosis, dolor  lumbar (Escoliosis Síndrome de Bertolotti, discopatía) el dolor se convierte en una presencia constante e invisible.

Diagnósticos que cambiaron mi vida

Primero llegaron los dolores de espalda. Tras varios exámenes, los médicos me hablaron de escoliosis lumbar, mega apófisis y otros términos que fui aprendiendo a la fuerza. A inicios de 2025, se sumó otro diagnóstico: endometriosis, esa enfermedad silenciosa que afecta a millones de mujeres y que rara vez es bien comprendida.

Aun así, sigo aquí. Sigo siendo madre, compañera, mujer. Aunque hay días en los que el dolor me paraliza, también hay momentos en los que me lleno de fuerza y digo: “Hoy elijo vivir”.

¿Qué me ayuda a sobrellevar el dolor crónico?

He aprendido a reconocer mis límites, a descansar sin culpas y a buscar alivio donde lo encuentre. Estas son algunas cosas que me ayudan... aunque no eliminan 100% el dolor, pero me ayudan a convivir mejor con él.

  • Una rutina suave, estiramientos y fortalecimiento del Core, adaptado a mis dolencias.
  • El uso responsable de medicación con seguimiento médico.
  • La cúrcuma, que ha sido un gran aliado natural en mi proceso.
  • Escribir, porque este blog también es mi refugio emocional.

Maternidad y dolor: la batalla invisible

Ser madre con dolor crónico es una lucha silenciosa que pocos comprenden. Acompaño a mis hijos en sus rutinas deportivas, aunque muchas veces mi cuerpo solo quiera descansar. Me esfuerzo por estar presente, por darles lo mejor sin que tengan que cargar con mi malestar.

No soy una madre perfecta. Pero soy una madre real, y creo que eso también cuenta.

Encontrar propósito en medio del dolor

El dolor me ha enseñado a valorar los pequeños momentos: un abrazo de mis hijos, un amanecer sin espasmos, un día sin llanto. También me ha regalado una sensibilidad nueva: más empática, más humana.

Hoy, en lugar de enfocarme en lo que no puedo hacer, me concentro en lo que sí puedo sentir, crear, amar y compartir. Porque, aunque vivo con dolor, también vivo con propósito. @MadreNovata

 

jueves, 17 de julio de 2025

¿Qué celebramos realmente el 20 de julio en Colombia?

 
Día de la independencia

¿Sabías que el 20 de julio no fue el día en que Colombia se independizó por completo?

Aunque lo recordamos como el nacimiento de nuestra libertad, en realidad fue el inicio de un proceso largo, difícil y lleno de luchas. Pero también fue el día en que nació algo poderoso: el deseo colectivo de ser libres y decidir nuestro propio destino como pueblo.

¿Qué ocurrió el 20 de julio de 1810?

Ese día, en Santa Fe (hoy Bogotá), ocurrió un hecho clave para la historia de Colombia: un grupo de criollos (personas nacidas en América pero descendientes de españoles) decidió alzar su voz contra el dominio español. Todo comenzó con un conflicto aparentemente simple: "El florero de Llorente". Un comerciante español llamado José González Llorente se negó a prestar un florero. Esta situación fue aprovechada como excusa para iniciar una protesta ya planeada por varios líderes criollos. Lo que parecía un simple altercado, terminó desencadenando una gran movilización ciudadana que culminó con la creación de una Junta de Gobierno propia, es decir, un grupo de líderes locales que comenzaron a tomar decisiones sin obedecer directamente a la corona española.

Así comenzó una serie de batallas y decisiones que, años más tarde, llevarían a la proclamación definitiva de la independencia en 1819 con la victoria de Bolívar en la Batalla de Boyacá.

¿Por qué celebramos esta fecha? 

Porque ese día marcó el despertar de la conciencia nacional. Fue cuando muchos colombianos dijeron por primera vez: “Queremos gobernarnos, decidir por nosotros mismos y dejar de ser una colonia.”

Aunque la independencia total tardó casi una década más, el 20 de julio representa el primer paso firme hacia nuestra libertad. Por eso, en todo el país se iza la bandera, se realizan actos culturales y muchos papás y mamás tratamos de enseñar a nuestros hijos qué significa amar a Colombia.

¿Cómo vivir el 20 de julio en casa con nuestros hijos?

Me gusta que mis hijos entiendan que ser colombiano va mucho más allá de usar los colores de la bandera por un día. Ser colombiano es reconocer nuestras raíces, valorar nuestra historia y vivir con orgullo los principios que nos unen como país. Estas son algunas ideas sencillas para celebrar el Día de la Independencia en familia:

  • Vestirnos con atuendos alusivos al día, como el suéter de Colombia o una camiseta con la bandera.
  • Salir en familia a disfrutar de las actividades que organiza la ciudad: desfiles, ferias o eventos culturales.
  • Ver juntos videos cortos sobre la historia de Colombia, adaptados a su edad, para que comprendan el significado del 20 de julio.

Más allá de la fecha, el objetivo es sembrar en ellos el amor por su país y el orgullo de ser quienes somos. Este 20 de julio, mi familia y yo izaremos la bandera con orgullo, nos vestiremos con los colores que nos identifican como colombianos y participaremos en actividades conmemorativas para honrar nuestra historia y celebrar la libertad.

¿Qué celebramos realmente el 20 de julio en Colombia?

“¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo!”  Frase de Policarpa Salavarrieta

Fuente: Sitio oficial de la Alcaldía de Bogotá.


Feliz Día de la Independencia, Colombia.

¡Que nunca olvidemos que la libertad también se celebra desde el hogar!


 

 


martes, 15 de julio de 2025

Cómo recuperar tu brillo después de ser mamá (inspirado en Jennifer Lopez)

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Cuando hablamos de Jennifer Lopez, es común escuchar frases como:

  • Claro, si yo tuviera la plata de Jennifer Lopez también me vería así,
  • Con esos tratamientos cualquiera se ve fabulosa,
  • Lo de ella no es real para nosotras, las mamás normales.

Y sí, soy consciente de que ella tiene acceso a cosas que muchas de nosotras no. Pero eso no significa que yo no pueda recuperar mi brillo. Incluso desde casa, incluso con poco.

Cómo recuperar tu brillo después de ser mamá

Pero tan transformador que por momentos me olvidé de quién era antes. Y lo entiendo: cuidar, criar, dar… me consume. Pero eso no quiere decir que mi momento ya pasó.

Cómo ser mamá y no perderse a una misma

En mi caso —y sé que a muchas también les pasa— hubo una etapa en la que solo pensaba en mis hijos, en la maternidad, y no veía más allá. Era como si existiera un solo punto de enfoque.

Pero llega un momento en el que nos damos cuenta que también podemos cuidarnos sin dejar atrás todo lo que hacemos por nuestros niños.

No necesito millones, necesito intención.

¿Puedo ir al spa cada semana? Probablemente no.

¿Pero puedo ponerme ropa que me guste, caminar, bailar sola, hacer estiramientos, maquillarme un día solo porque sí?

¡Claro que sí!

  • No es tarde para volver.
  • Estoy viva. Y aún puedo volver a mirarme con amor. 

El brillo no empieza en un salón caro.

Empieza cuando decido tratarme con más dulzura, darme espacio, moverme un poco más y hablarme bonito.

Brillar es elegirme de nuevo, cada día, sin culpa, la edad no me resta, me potencia.

Jennifer Lopez tiene más de 50 años y no le pide permiso a nadie para brillar. Mi escenario puede ser distinto… pero igual de valioso. Tal vez no tengo una alfombra roja, ni conciertos, ni seguidores por millones.

Pero tengo algo que también impacta:

  • Un hogar que amo.
  • Palabras que mis hijos recordarán.
  • Un corazón que aún puede soñar, crear y disfrutar.

Dios no me hizo madre para apagarme, me hizo madre para que mi luz se expandiera más allá de mí.

Y sí: puedo criar con amor y seguir construyéndome como mujer.

@MadreNovata... Recuperar el brillo después de la maternidad es posible

¿Te sentiste identificada?

Comparte tu experiencia 😉

👉No importa si tenemos 30, 40 o más. Ser mamás no significa perdernos. Podemos empezar desde casa, con pequeños pasos, para reconectar con nosotras mismas. Nuestra autoestima y nuestra luz también importan.

 


viernes, 11 de julio de 2025

Por qué las mamás gritamos a nuestros hijos (aunque los amemos)

Madre abrazando a su hijo tras un momento difícil

Crío con amor… pero a veces pierdo el control...

 ¿Les ha pasado que terminan el día preguntándose por qué perdí la paciencia con mis hijos, si lo que más deseo es darles amor y calma?

Amo profundamente a mis hijos. Los amo con ese amor que no se puede medir, que no cabe en palabras. Elegí estar con ellos cada día, acompañarlos en su crecimiento, verlos reír, llorar, aprender, equivocarse y volver a intentarlo. Decidí cuidarlos, quedarme en casa y criarlos con respeto, empatía y amor. Pero a veces… también grito, no porque no los ame, sino porque me siento agotada, estresada, desbordada.

Cuando el cansancio me gana… me duele reaccionar así.

Hay momentos en los que siento que la paciencia no es mi mejor aliada. Cuando todo se acumula: el ruido, el desorden, la demanda constante, los conflictos entre hermanos, la casa en desorden... y en medio de ese caos, siento que pierdo la cabeza. Y grito.

Grito algo que no quería decir. Grito más de lo necesario. Y luego me invade esa sensación que muchas madres conocemos: la culpa. Esa que llega cuando ves sus ojitos tristes, o cuando se encierran en el silencio. Y te dices: Yo no quería ser esa mamá.

No quiero gritarles... quiero enseñarles con amor.

Yo no quiero educar con miedo. No quiero que mis hijos aprendan a obedecer por temor. Quiero que me respeten porque se sienten respetados. Quiero que confíen en mí incluso cuando me equivoco. Por eso estoy aprendiendo a dar mis disculpas cuando alzo la voz. Les explico que mamá también es humana, que a veces se cansa, que está aprendiendo junto a ellos. Estoy haciendo lo mejor que puedo.

Ser mamá no es ser perfecta… es ser real

No nací sabiendo cómo ser mamá. No hay manual para criar sin equivocarse. Pero sí sé que el amor que siento por ellos es más grande que cualquier error que pueda cometer.

Amo a mis hijos con el alma… y también me duele cuando fallo. Pero en cada abrazo, en cada disculpa, en cada intento… se nota cuánto los amo.

¿También te pasa? ¿También sientes culpa después de perder el control?

Sé que, como muchas mamás, a veces me siento agotada y pierdo la paciencia con mis hijos. Para manejar mejor esos momentos, me he apoyado en recursos que realmente ayudan. Libros como Disciplina sin lágrimas y El cerebro del niño Me enseñan técnicas de crianza respetuosa y manejo de emociones. Además, dedicar unos minutos al día para cuidar de mí misma marca la diferencia: practicar yoga con una alfombrillaantideslizante o usar un difusor de aceites esenciales me ayuda a relajarme y recargar energías.

Por qué las mamás gritamos a nuestros hijos (aunque los amemos)

Mis recomendaciones para mamás:

Libros como Disciplina sin lágrimas o El cerebro del niño y productos de autocuidado como una alfombrilla de yoga o un difusor de aceites esenciales ayudan a mantener la calma y disfrutar más los momentos con tus hijos.

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