Cuando
mi hija se enferma y esta cabizbaja, me transforma totalmente, siento como si estuviera
en lo más alto de un edificio y al verla y sentirla mal, creo que me desplomo,
mis ojos se llenan de lagrimas, y mi mente no para de pensar. Son momentos agotadores en los que el miedo
me invade y la desesperación me atrapa.
Un
virus, una fiebre, gripe, etc., que muchos dicen simple fiebre, o eso no es
nada, para mí sí, ya que no es normal que su cuerpo tenga una reacción diferente,
es un cambio total ver a mi hija alegre
y feliz a verla decaída y mal.
Desde
que nació mi hija, pienso que tengo dos corazones, el mío y el de ella, siento
por ella y sufro por ella, es difícil no sentir nada al ver a un hijo mal,
quisiera ser yo quien se enferme y no ella.
El miedo
y la angustia me invade, me pregunto… ¿De qué será esa fiebre?, ¿Por qué? Que no
sea nada malo, etc. Son difíciles estas situaciones, a todo esto le sumamos el
tramite y la espera en la clínica y muchas veces la paciencia de los doctores.
Se pasa fatal.... Nuestra nena afortunadamente muy pocas veces se ha puesto malita (se ve que tiene unas buenas defensas!!).. pero cuando lo hace lo pasamos realmente mal, porque en cuanto le suben unas décimas de fiebre, ya estamos con las convulsiones a cuestas... y sienten tanto impotencia por no poder hacer nada !!!
ResponderEliminarBesos
Es algo que no se puede evitar, y es algo que nos acompañará ya por siempre yo incluso cuando están sanos siempre estoy alerta y miedos siempre hay jejeje, es un pack que va incluido cuando nos hacemos mamás, solo pedir que cuando enfermen se curen pronto y padezcan lo menos posible, y seguro que también piensas al verlos así que harías lo que fuera para que la enferma fueses tu y no ellos verdad? besitos!
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