La endometriosis es una enfermedad crónica que
afecta a millones de mujeres en el mundo, pero que sigue siendo poco
comprendida y, muchas veces, diagnosticada con retraso. Se estima que puede
tardar entre 7 y 10 años en confirmarse, porque sus síntomas suelen confundirse
con dolores menstruales “normales”.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis ocurre cuando el tejido similar al endometrio (el que recubre el interior del útero) crece fuera de él. Este tejido puede encontrarse en los ovarios, las trompas de Falopio, la vejiga, los intestinos e incluso en otras zonas de la pelvis. Fuente: Mayo Clinic.
Durante el ciclo menstrual, este tejido también responde a las hormonas, por lo que se inflama, sangra y genera dolor. La diferencia es que, al estar fuera del útero, no tiene por dónde eliminarse, lo que causa adherencias, quistes y fuertes molestias.
Síntomas más comunes de la endometriosis
Los síntomas pueden variar mucho de una mujer a otra, pero los más frecuentes son:
- Dolor menstrual intenso (dismenorrea).
- Dolor pélvico crónico (antes, durante y después del período).
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Reglas abundantes o sangrados entre períodos.
- Problemas digestivos (diarrea, estreñimiento, hinchazón).
- Infertilidad o dificultad para quedar embarazada.
- Cansancio y fatiga constante.
En mi caso,
normalicé muchos de los síntomas pensando que eran propios de la llegada de la
menstruación, hasta que me realizaron el examen adecuado y me diagnosticaron
endometriosis. No es normal estar normalizando las cosas; siempre debemos
prestar atención a los cambios que presente nuestro cuerpo para detectar a
tiempo cualquier anomalía.
¿Qué causa la endometriosis?
Es la pregunta que muchas nos hacemos: ¿por qué me
dio endometriosis?, ¿Qué pasó?, ¿Qué hice mal? Al consultar diversas fuentes,
se encuentra que la causa exacta aún no se conoce, aunque los especialistas
plantean varias teorías:
- Menstruación retrógrada: la sangre menstrual fluye hacia la pelvis en lugar de salir del cuerpo.
- Predisposición genética: es más común en mujeres con antecedentes familiares.
- Factores inmunológicos: un sistema inmune que no elimina las células endometriales fuera de lugar.
- Factores hormonales y ambientales que favorecen el crecimiento anormal de este tejido.
Opciones de tratamiento para la endometriosis
Cuando preguntamos por una solución o una cura, lo
más triste que nos dicen es que, hasta el momento, esta enfermedad no tiene una
cura definitiva. Sin embargo, sí existen diferentes maneras de controlar los
síntomas y mejorar la calidad de vida. El tratamiento dependerá de la gravedad
de la endometriosis y de la valoración del médico o especialista encargado.
Algunas de las alternativas son:
- Medicamentos para el dolor: analgésicos y antiinflamatorios.
- Tratamientos hormonales: anticonceptivos, progestágenos o análogos de GnRH que reducen el crecimiento del tejido.
- Cirugía laparoscópica: para retirar lesiones, adherencias o quistes.
- Tratamientos de fertilidad: en mujeres que desean embarazo.
- Enfoque integral: alimentación antiinflamatoria, ejercicio adaptado, fisioterapia pélvica y apoyo psicológico.
Esta enfermedad es mucho más que un simple dolor
menstrual. La endometriosis puede afectar distintos aspectos de la vida diaria,
desde la salud física hasta el bienestar emocional. Por eso, es fundamental
aprender a identificar los síntomas, escuchar con atención a nuestro cuerpo y
buscar ayuda médica temprana. Si sospechas que podrías tener endometriosis, no
normalices el dolor ni lo minimices: consulta a tu ginecólogo y busca
acompañamiento especializado, porque un diagnóstico oportuno marca la diferencia
en la calidad de vida.
@MadreNovata